La primera semana de octubre, sembramos junto con amigos y allegados, el corazón de la Maloca, el tronco de un Urapán, que será la columna central del lugar.
Celebramos con danzas de paz, cantos y una ofrenda, representada por cuarzos que cada uno de nosotros fué poniendo con su intención.
A continuación las imágenes de esta siembra, que duró la tarde y el ocaso de un día memorable para todos nosotros.
El Urapán, cotado, pelado y aceitado...
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